miércoles, 9 de agosto de 2017

PRESENTADO EL CARTEL DE LA FIESTA PRINCIPAL DE LA VERA CRUZ Y MISERICORDIA DE LA VILLA DE LA OROTAVA 2017.

A unos días del 14 de agosto, a un mes de la celebración de la Exaltación de la Santísima Cruz, la Venerable Cofradía de la Santa Vera Cruz y Misericordia ha presentado el cartel oficial de los actos y cultos festivos en honor a su sacratísimo titular, el Santísimo Cristo de la Misericordia, que tendrán lugar entre el 14 y el 24 de septiembre de 2017. 

En esta edición, y como viene siendo habitual, el cartel ha sido obra del artista villero Damián Rodríguez (Damiroal) por encargo de la propia Junta de Gobierno. La obra coloca de manera central el rostro del Santísimo Cristo, rodeado por un marco que evoluciona desde el blanco y negro al color, como signo del tránsito del tiempo, de una Historia viva de Misericordia. Siempre tendemos a enmarcar algo sobresaliente, importante, que ha marcado la vida y la historia... En este caso, la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia. Sin embargo, la cabeza del Señor sale del marco, como se puede observar contemplando las espinas de su corona, como signo inequívoco de su presencia real en el hoy de la Villa, no como un recuerdo, sino como una persona que vive y se acerca a todos. Al mismo tiempo, ese salir desde el marco, pareciendo inclinarse hacia abajo, lleva a unas escenas que se entremezclan con el fondo, sin llamar excesivamente la atención: esas imágenes reflejan la historia de Misericordia de la cofradía en los últimos años, momentos fuertes donde hemos degustado del amor de Dios hecho perdón, hecho Gracia, hecho cercanía a los que más sufren, hecho oración... Todo ello, quiere reflejar que esa es la presencia del Santísimo Cristo de la Misericordia en medio de la sociedad. La aparición discreta de estas escenas entremezcladas unas con otras y también con el fondo, quiere significar el anonimato, la acción silenciosa, las obras de Misericordia ejercidas por la cofradía en el día a día de La Orotava sin bombo ni platillo, siendo parte activa de la sociedad.

El fondo de color rojo hace alusión a dos elementos: por un lado el color litúrgico de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y, por otro, el tono oficial vinculado a la Villa de La Orotava. Por último, se entremezclan diversos fragmentos de encajes que posee la cofradía, como novedoso medio ornamental que pretende, a su vez, dar relevancia al patrimonio textil de mantelería que posee el municipio.

En las próximas jornadas se irán haciendo públicos los actos y cultos festivos, que en este año cuentan con algunas novedades muy relevantes, manteniéndose los cultos que vienen siendo tradicionales con el solemne triduo preparatorio y la Función Principal del Santísimo Cristo el último domingo de septiembre con la salida procesional de la venerada imagen.


domingo, 6 de agosto de 2017

AVANCE DEL ESTADO DE LA RESTAURACIÓN DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Al comenzar el mes de agosto, compartimos de manera pública el informe del estado de la restauración de la imagen de San Juan Evangelista (obra del escultor grancanario José Luján Pérez, tradicionalmente datada hacia los últimos años del siglo XVIII, hasta las últimas investigaciones realizadas que apuntan hacia otra datación). Destacando que esta acción de conservación del patrimonio se lleva a cabo gracias al Convenio Cabildo de Tenerife-Iglesia Católica (Diócesis de Tenerife) para esta anualidad.
El proceso de restauración se desarrolla a muy buen ritmo, de manera que se prevé concluir dentro de los plazos previstos.
Adjuntamos, a continuación, el informe del restaurador D. Rubén Sánchez López.

INFORME GENERAL DEL ESTADO DE INTERVENCIÓN DE SAN JUAN EVANGELISTA:
Actualmente llevamos ejecutada la mayoría de tratamientos curativos programados, encontrándonos en el último tercio del proceso integral. Las acciones que restan por practicar son relativas al restablecimiento de su unidad estética potencial, habiendo atendido previamente los aspectos netamente mecánicos. Esta labor se atiene al cumplimiento de los criterios metodológicos que rigen internacionalmente el ejercicio profesional de la conservación y restauración de Bienes Muebles.
Antes de referir la lista concreta de tratamientos practicados resulta oportuno hacer alusión expresa a los imperativos de actuación que demandaba la pieza, sin "a priori", aparentes señales significadas de deterioro. A tenor de un doble reconocimiento material e historiográfico, verificamos una naturaleza difícilmente compatible con los usos que viene recibiendo desde su incorporación a la procesión del Mandato. Sorprende, no obstante, que dicha circunstancia no implicara una mayor gravedad en cuanto a sus alteraciones durante poco más de una década, breve espacio cronológico que nos distancia de la última restauración, aspecto éste que da validez a las respetuosas maniobras de las que es objeto por parte de la Cofradía para sus funciones de culto.
Resulta un punto nada obvio la necesidad de fundamentar objetivamente el desvelo que la Junta de Gobierno ha manifestado por la pieza de cara a priorizar su interés en la revisión y actualización de la ulterior restauración, suscrita por el recordado Antonio Ayala Oliva (+2006). Baste aludir precisamente a la condición fabril del objeto que tratamos: una imagen de telas encoladas sobre maniquí macizo en madera de pino y cedro, concebida para su exposición permanente en el altar formando parte del heterogéneo grupo del Calvario. Sean como fueren los pormenores de su encargo, lo que podemos afirmar taxativamente es que nunca fue proyectada por su autor como elemento procesional, aspecto este que los cargadores del paso certifican con perjuicio de sus hombros. La confección ligera de la mayor proporción del volumen visible de la escultura parecía contradecir este hecho por mera definición técnica, pero lo que hemos verificado por medios analíticos instrumentales es que su armazón interno es un bloque leñoso macizo, sin ahuecar, tan grueso como sugiere el tamaño de la figura bajo los tejidos polícromos. Cualquier atención en comprobar la integridad de la estructura subyacente es poca teniendo en cuenta la manipulación a la que está sujeta anualmente y el carácter público de las funciones religiosas que detenta junto a las imágenes del cortejo del Mandato. No en vano, hemos localizado una alteración nunca sospechada: el pie izquierdo acusaba una ligera pérdida de material interno por ataque xilófago inactivo, justo allí donde se establece la breve unión con la peana. Esta incidencia ha recibido los tratamientos oportunos, tanto si suponía como si no riesgo alguno para la integridad de la imagen y de las personas que se concentran en la procesión. Aludido este pormenor debemos referir asimismo la reincidencia de las telas estucadas en reproducir las alteraciones que ya venían acusando antes de ser restauradas en 2006. De hecho no es baladí declarar la separación que las largas porciones de paños descendentes manifestaban puntualmente en su unión original con el maniquí a lo largo del último tercio vertical de la figura. Es cierto que la rigidez que les devolvió Ayala en su momento disuaden de mayor cuidado en este asunto, por otra parte apenas advertido, pero suele suceder que sólo reparamos en estos aspectos cuando el problema se agrava y se hace necesaria una intervención más profunda, y por ende, de mayor coste económico. También la peana ha sido reforzada, pues presentaba ligeros desajustes y faltas de material en el plano inferior.
Dicho esto, no hace falta insistir en la sensibilidad de las telas estucadas ante las oscilaciones climáticas implicadas por los usos procesionales, de manera que celebramos la prudencia que la cofradía ha tenido para con una de las mejores representaciones del Evangelista de la mano del maestro de Guía.
Toda esta información y otros datos recabados a tenor de la presente intervención serán convenientemente tratados en el informe preceptivo.
Respecto a la actualización de los criterios restauradores en lo relativo a la estética de la obra, merece la pena dar una solución definitiva a los planteamientos elegidos por Ayala; si bien válidos la mayoría de las veces en términos profesionales, parecían llevar el criterio discernible con eminente notoriedad respecto a una pieza de culto, donde la coexistencia del imperativo profesional y el concepto de acervo religioso debería ser equilibrada. De la acción del restaurador anterior es de justicia destacar la devolución de la cohesión de las telas, tarea que no debió ser, en absoluto, amena a tenor de las evidencias de fractura y agrietamiento que subyacen bajo los retoques cromáticos del manto. Aunque podamos tener reservas en ciertas cuestiones puntuales, reparó con mucho esmero las roturas del grueso aparejo, reforzando la trabazón con estrategias de poco predicamento hoy día y rescató la policromía original; frente a la que no se puede pronunciar replica alguna, en tanto en cuanto remite al repertorio cromático de otras esculturas de Luján.
Todo lo argumentado insiste en la materialización de los criterios de gestión patrimonial responsable que la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Misericordia viene planificando desde hace algunos años.

Tratamientos practicados: 
- Documentación fotográfica.
- Análisis científico. 
-Decapado selectivo y limpieza de capa pictórica. 
-Sentado de color puntual. 
-Consolidación de aparejos y textiles. 
-Saneamiento de galerías de xilófagos. 
-Desinsectación preventiva local.
-Consolidación puntual de soporte leñoso. 
-Obturación de galerías.
-Ajustes y refuerzos mecánicos. 
-Chirlatado e injertado leñoso. 
-Reintegración volumétrica de pastillages en galones.
-Estucado.







A resolver: 
-Reintegración cromática. 
-Barniz intermedio.
-Ajuste de reintegración cromática. 
-Barnizado definitivo de protección. 
-Optimización de anclajes al trono.





Rubén Sánchez López. En La Orotava a 06-08-2017.