sábado, 26 de diciembre de 2015

SOLEMNE APERTURA DE LA PUERTA SANTA DE LA MISERICORDIA.


Este pasado martes día 15 de diciembre, Octava de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, tuvo lugar el solemne rito de apertura de la Puerta Santa del Año Jubilar de la Misericordia en nuestra sede canónica. 

Presididos por nuestro Obispo, Monseñor Álvarez Afonso, y con la participación de numeroso clero secular y regular, de los hermanos y hermanas mayores de todas las cofradías y hermandades del arciprestazgo de La Orotava, de las autoridades civiles y del
Pueblo de Dios reunido en la Plaza Patricio García, dio comienzo la celebración con la que se abrió este año de Gracia que el Santo Padre nos ha regalado desde el corazón misericordioso de Dios.

A partir de la apertura de la Puerta Santa, nuestro templo parroquial cuenta con los beneficios jubilares que concede el Espíritu Santo a través del Magisterio de La Iglesia, a la
vez que se transforma en Casa común para todos los fieles que, de un lado u otro, peregrinen para recibir las gracias jubilares de este Año Santo. Para todo ello, y conscientes de la importancia de esta anualidad, nuestra cofradía ha levantado una capilla dedicada a la contemplación penitencial de la Misericordia de Dios, entronizando de manera extraordinaria y singular la imagen de nuestros sagrados titulares, motivando un espacio para la preparación del sacramento de la reconciliación. 

A lo largo del año, nuestra cofradía irá desarrollando el completo programa de actos aprobado en la Asamblea General Extraordinaria del pasado 30 de noviembre, con el objetivo de aprovechar al máximo este jubileo, en comunión con toda la Iglesia. Cada una de las propuestas programadas tendrán un marcado carácter universal y abierto, con el objetivo de poder implicar a cuantas personas deseen sumarse, cofrades o no, cristianos practicantes o menos practicantes, creyentes o agnósticos... Este año es una llamada a todos, y en ese todos nuestra cofradía pretende caminar, trabajar y ofrecer la Misericordia que Dios nos regala.